DEPORTE Y ALTO RENDIMIENTO

El perfil general del paciente deportista es aquel que es consciente de la importancia de la suma de buenos hábitos que es indispensable mantener en equilibrio para optimizar su salud. Dormir y reparar horas suficientes, alimentación balanceada, completa y con las kcal suficientes de acuerdo al deporte realizado, entrenamiento por fases, suplementación, e incluso apoyo psicológico, son características que los distinguen. Sin embargo, es de amplio conocimiento saber que, la actividad física intensa, puede involucrar algún tipo de desgaste celular, orgánico, muscular, articular, entre otros. Cuando una persona se ejercita en exceso, libera una gran cantidad de radicales libres debido al aumento del consumo de oxígeno, lo cual acelera el envejecimiento celular. El oxígeno convertido en radical libre es incorporado a nuestro torrente sanguíneo y se acopla a la hemoglobina, quien permite detener el proceso oxidativo una vez han sido acoplados ambos elementos. Cuando la hemoglobina llega a las células, libera el oxígeno y se produce la respiración celular necesaria para la vida. Pero, existe un tema, no todo el oxígeno logra acoplarse a la hemoglobina, así que existe la presencia de radicales libres que tenderán a captar esos electrones que les faltan de diferentes células de nuestro organismo. Esta acción de los radicales libres sobre las células produce una erosión en la membrana de las células, por lo que van perdiendo permeabilidad, disminuyendo en su capacidad para realizar diferentes funciones y, en general, el organismo se vuelve más propicio a padecer algún tipo de enfermedad cuando este proceso se va haciendo cada vez más frecuente. Además, no solo las células se ven afectadas, sino nuestro DNA, pudiendo derivar en la generación de células cancerígenas. Por lo general, el trabajo aeróbico de intensidad moderada realizado durante un intervalo de tiempo de aproximadamente 1hora, no va provocar un aumento sustancial de radicales libres en el organismo. El problema aparece cuando estamos sometidos a un intenso y prolongado esfuerzo aeróbico. En este caso, la respuesta antioxidante va a ser suficiente, y estaría provocando un porcentaje de envejecimiento celular. En los casos de esfuerzos anaeróbicos de escasa duración y elevada intensidad, se produce una redistribución del flujo sanguíneo hacia las zonas que están siendo solicitadas para realizar el esfuerzo. Por periodos cortos, los riñones, el estómago, y el hígado tienen picos de hipoxia. Este proceso es lo que se conoce como isquemia-reperfusión, y es otra de las causas de producción de radicales libres en nuestro organismo durante la actividad deportiva. No se trata de dejar la actividad física, al contrario, pero sí de compensar el desgaste, aumentar la vida media de la célula muscular, reducir la producción de radicales libres, y optimizar el metabolismo. Por otro lado, en algunos casos, independientemente de la vía de administración, es importante conocer los riesgos de las aplicaciones de anabólicos, hormona del crecimiento, etc. y conocer las maneras de compensación y protección para los órganos afectados. Entonces, ¿hasta qué punto resulta favorable realizar ejercicio físico? ¿A partir de qué cantidad de ejercicio comienzan a acelerarse este tipo de procesos oxidativos? En la consulta podemos abordar estos puntos en particular. ¿Estás seguro que estás haciendo todo lo que está en tus manos para tener el mayor rendimiento, el mejor tiempo, la mejor potencia muscular, y compensación del desgaste? La combinación de medicina biológica y terapia molecular pueden ayudarte a averiguarlo y volverte la mejor versión de ti.
Eliane Durán Manuell - Doctoralia.com.mx
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